jueves, 3 de mayo de 2012

Huamanga 472 años de fundación o de traslación


Les dejo con una interesante nota a propósito de la celebración de los 472 aniversario de la ciudad de Huamanga, pero cuál fue la fecha exacta y el lugar de la fundación, el prof. Antonio Sula Effio ("ASE." así se hace conocer) columnista del diario La Voz de Huamanga nos ilustra esta histórica fecha de nuestra hermana -mayor- ciudad de Huamanga.

Huamanga cumple 472 años, no de Fundación sino de Traslación / Editorial (Prof. Antonio Sulca Effio - “A.S.E.”)

Como en el caso de las personas, aún cuando carezcan de partida de nacimiento, sus días se cuentan desde el día que vieron la luz; en otras palabras, desde que tuvieron existencia como ser vivo o como un pueblo organizado.
Así, las ciudades se enorgullecen de su existencia desde que un conjunto de personas unidas por la sangre, la tradición o la necesidad de afrontar unidos a la naturaleza o adversidad se posicionan de un área territorial y residen allí; sin necesidad de que haya algún funcionario o autoridad que olee y sacramente ese nacimiento en un documento escrito oficial o acta o partida de nacimiento.
Antes, cuando de Huamanga sólo se tenía el libreto de cabildos y allí sólo figuraba el acuerdo de vecinos de San Juan de la Frontera de Huamanga para trasladarse a otro lugar más benigno en clima y ambiente social y cuando esta idea se concreta se efectúa el traslado de esa villa (en lo que hoy es Huamanguilla) a otro paraje conocido como Pucaray y se sienta un acta, ésta es del traslado no de la fundación y fue un 25 de abril de 1,540.
Hoy conocemos un documento firmado por Francisco Pizarro (una provisión) en el que él testimonia la fecha exacta de la creación de la Villa S
an Juan de la Frontera de Huamanga que fue el 29 de enero de 1,539. Es cierto que una provisión no es un acto de fundación, pero también es cierto que ahora ya conocemos la fecha del primer día de nuestra existencia como pueblo (Villa en esa época).
Entonces ya no habiendo incertidumbre y contando con la firma del fundador de esa primera Villa, don Francisco Pizarro, es hora de cambiar la fecha de celebración de nuestra hispanidad al 29 enero y contar desde 1,539 los días y años de existencia de esta nuestra cuatricentenaria Huamanga de molles, tunales y campanarios, que nos llevarán a 473 años.
Aferrarnos a la celebración el 25 de abril es desconocer el acierto de Pizarro que personalmente escogió y fundó la primera Villa de San Juan de la Frontera de Huamanga. Por existir un libro de cabildos y pese a una discutible tradición debemos celebrar hoy miércoles 25 de abril, el aniversario de traslación y no el nacimiento de Huamanga.
De volver a la vida don Francisco Pizarro, con toda seguridad, estaría de acuerdo con nuestra posición, como lo estuvo el ex alcalde de Huamanga, Arq. Germán Martinelli, pero que no obstante a ello prefirió encabezar las celebraciones cada 25 de abril en el marco de la mal llamada ‘‘Fundación de Huamanga’’.
Es necesario repetir hoy lo que señalamos hace varios años a través de un Editorial:
‘‘Cada vez que a través de ‘‘La Voz’’ de Huamanga, sea en Diario o en Radio, abordamos aspectos relacionados a la verdadera fecha de fundación de Huamanga, salen al frente varios coleguitas para contradecirnos a ‘capa y espada’ con argumentos pueriles o nada justificables.
Nuestra terca y persistente intención es que la autoridad edil o la regional, promueva la idea de rendir honores al 29 de enero por tratarse de la fecha en que se fundó Huamanga, sin que ello signifique tal vez dejar de lado los tradicionales festejos respecto al 25 de abril, fecha de su traslado.
Y no es que cada quien tenga su verdad y que sea tal o cual autoridad, facultad o historiador que certifique y recomiende una u otra fecha. Los hechos históricos tienen sus fuentes y de éstas las más indiscutibles son las escritas.
En ‘‘La Voz’’ de Huamanga, Diario y Radio, no sostuvimos una posición por mero capricho, por ser ‘‘sabihondos’’, o ser coléricos recalcitrantes. Para empezar, la idea ni siquiera fue nuestra. Es “El Comercio” de Lima (un Diario de jerarquía mundial) que el 4 de abril de 1988 abre el debate a nivel nacional.
Es Aurelio Miró Quesada Sosa, co-propietario y director de “El Comercio” (y no un oscuro periodista provinciano) que presentó una moción ante el IV Congreso Nacional de Historia de América señalando que la fundación debió ser entre el 9 de enero o fines de ese mismo mes y presentó fundamentos tomados de las actas del cabildo de Lima.
Por fortuna para Huamanga, y providencialmente, en una campaña que se realiza en el Archivo General de Indias encuentran un documento, una PROVISION (equivalente al de posesión de cargo de hoy). Esta provisión librada el 30 de enero de 1539 por el mismo conquistador Francisco Pizarro quien lo firma y está refrendado por su secretario, entre otros formalismos dice:
‘‘por cuanto ayer miércoles que se contaron veynte nueve días de este presente mes de enero fundé y poblé en nombre de su Majestad esta Villa de San Juan de la Frontera de Huamanga’’ y en el mismo documento nombra a Francisco de Cárdernas como su lugarteniente.
Y es el historiador Guillermo Lohmann Villena (y no cualquier oscuro intelectual provinciano) quien con el título de PASO A LA VERDAD HISTORICA señala la fecha exacta de la fundación de Huamanga: 29 de enero de 1539 y que publica su artículo en “El Comercio”.
Es Félix Nakamura Hinostroza, huamanguino, periodista del amplia trayectoria profesional, que lo reactualizó en su revista ‘‘Somos Ayacucho’’ No. 1.
Y no es la primera, única ni será la última vez que la ceguera de los que ven y sordera de los que oyen, autoridades, funcionarios o acólitos, que por la fuerza de la costumbre, la tradición y las ventajas socio políticas se aferran al error histórico y mantienen la falsedad como norma.
Reiteramos que quedó esclarecida la fecha exacta con documento valioso que obra en el Archivo de Indias. No queda duda sobre la fundación. Y aunque es de menor importancia, pero sería hermoso determinar el exacto lugar de la Villa que fundó el Marqués, que para nosotros es Huamanguilla.
El Dr. Luis Lumbreras (ayacuchano, catedrático de la UNSCH donde fundó la primera Facultad de Ciencias Sociales en el país, ex Director del INC) en respuesta a un colega, opinó que debe mantenerse la tradición celebrando en abril porque no hay lluvias, es mejor el clima, etc., pero no cuestiona el 29 de enero como fecha de la creación de San Juan de la Frontera de Huamanga.
De modo que no es capricho, ni verdad personal, ni afán de notoriedad, ni rabieta provinciana, ni ligereza de carácter los que nos hicieron tomar partido por una verdad irrefutable y largamente esperada por los huamanguinos de cuna o de corazón.
Huamanguilla (como lo sustentamos en crónica aparte en la Pág. 2 de esta edición), fue el primer asiento de nuestra Huamanga) y como tal celebró el domingo 29 de enero último, el orgullo de haber sido cuna de esta tierra de los molles y campanarios’’.


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Otra nota interesante sobre Huamanga - Ayacucho

La historia de Ayacucho.

Ayacucho, conocida también como Huamanga, es una ciudad del Perú, capital del Departamento de Ayacucho, situada en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes, a una altitud de 2.746 msnm. Se caracteriza por tener un clima agradable, templado y seco, con una temperatura promedio de 17.5 °C.
Ayacucho es conocida como «La Ciudad de las 33 Iglesias», ya que posee más de treinta iglesias y templos coloniales; se dice incluso que existe prácticamente un templo en cada esquina de estilo renacentista, barroco y mestizo, con fachadas de piedra e interiores tallados en madera y cubiertos con láminas de metales preciosos. Además, se pueden apreciar majestuosas casonas coloniales, restos arqueológicos que revelan un pasado histórico, que la hacen de por sí una ciudad atractiva. Una buena oportunidad para visitar esta ciudad colonial es durante la Semana Santa, la más emotiva y espectacular del país.
Antiguamente el primer nombre de la ciudad fue «San Juan de la Frontera de Huamanga». «San Juan» por haberse escogido su ubicación el día de dicho Santo; «frontera» por estar en la frontera y ser baluarte español contra los ataques de Manco Inca; y «Huamanga» porque la tradición indígena sostenía que en ese lugar, Wiracocha dio de comer de su mano a un halcón (las voces quechuas «waman-qa», significan «Quebrada del Halcón»).
Durante las guerras civiles entre conquistadores, se dispuso el cambio del nombre a «San Juan de la Victoria de Huamanga», debido al triunfo de los ejércitos leales a la corona sobre las fuerzas rebeldes de Diego de Almagro “El Mozo” en la Batalla de Chupas, el 16 de septiembre de 1542.
La fundación española de la ciudad de Huamanga obedeció a dos razones principales. En primer lugar, para proteger al naciente estado colonial del peligro que significaban las tropas rebeldes de Manco Inca. Ellas estaban asentadas en la última capital inca situada en Vilcabamba y tenían sus avanzadas en el valle de Ninabamba, actual provincia de La Mar. La segunda razón obedecía a la necesidad de una ciudad intermedia en la larga ruta entre Lima y Cuzco. Ambas motivaciones guardan relación con un solo tema: el control y la seguridad de territorio recientemente conquistado.
Así, en enero de 1539 se lleva a cabo la primera fundación de Huamanga, con el nombre de San Juan de la Frontera. Ese nombre evoca conceptos propios de la guerra de la reconquista cristiana contra los moros en la península ibérica, revelando claramente el carácter de vanguardia de la civilización occidental que le imprimieron los fundadores. En ese momento apenas hubo 22 vecinos españoles.
Posteriormente el primer asiento es trasladado hacia el paraje denominado Pucaray, donde el 25 de abril de 1540, Francisco Pizarro funda la ciudad de San Juan de la Frontera de Huamanga, designando a su lugarteniente Francisco de Cárdenas como primer gobernador. La ciudad fue reconocida por la corona española como tal el 17 de mayo de 1544 otorgándosele escudo de armas. La fundación de dicha ciudad se logró luego de una tenaz resistencia de los rebeldes dirigidos por Manco Inca.
Se le da el título de «Muy Noble y Leal Ciudad» por su contribución a la causa de la corona española durante el periodo de las guerras civiles entre los conquistadores.
Ya desde los últimos tiempos del Virreinato del Perú, los habitantes ayacuchanos participaban activamente de las ideas independentistas. Así sobresalen personajes como Basilio Auqui (Jefe Morochuco) y la heroína María Parado de Bellido, entre otros. Sin embargo, Huamanga continuaba siendo un centro militar del ejército realista, de donde incluso salieron las expediciones bajo el mando de Goyeneche, que en 1810 se dirigieron a sofocar las revoluciones en el Alto Perú.
En 1820 el General Álvarez de Arenales, bajo las instrucciones de Don José de San Martín, llegó a la ciudad durante la denominada Campaña de Intermedios, que buscaba atacar Lima por los Andes mientras San Martín lo hacía por la costa. Así, Arenales declaró la independencia en Huamanga el 1 de noviembre de 1820.
El 9 de diciembre de 1824 con la Batalla de Ayacucho, escenificada en las Pampas de la Quinua de esta ciudad, se consolidó la Independencia del Perú y América. El ejército libertador comandado por el Mariscal Antonio José de Sucre, con su triunfo en esta batalla, brindó a esta ciudad su momento de gloria.
El 15 de febrero de 1825, mediante decreto del Libertador Simón Bolívar se sustituyen las denominaciones originales por el nombre de Ayacucho, en reconocimiento a los vencedores de la Batalla de Ayacucho.
En la guerra con Chile, la disponibilidad de recursos con que contaba Huamanga, permitió al Mariscal Andrés Avelino Cáceres iniciar sus campañas contra el ejército invasor.
Durante la década de 1980 y comienzos de 1990, la región se vio seriamente afectada por diversos problemas del agro y por el fenómeno de la violencia político social. A partir de 1994 aproximadamente, Ayacucho superó estos problemas y se està convirtiendo nuevamente en uno de los lugares más atractivos del país.
Fotos: diario Correo, internet y propias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pedro de Valdivia nombra como su teniente y capitán a Alonso de Monroy y como maestre de campo a Pedro Gomez de Don Benito, luego, envia a un emisario a la Plata y Porca (Charcas - Bolivia), otro emisario a la Ciudad de los Reyes y Huamanga, y por último, Valdivia en persona va a la ciudad de Arequipa, para reclutar soldados para la conquista de Chile. Al cabo de 8 meses de preparativos, con 10 hombres y 1.000 aborígenes, Valdivia parte desde Cuzco en enero de 1540. Es decir, Huamanga existía ya en 1539.